La primera escena destaca por una razón y sólo una: Juan Jimenez y su apéndice de salchicha. Jimenez está paseando por el puerto y se cruza con Lazaro Carrera y ambos tienen una conexión instantánea. Literalmente se devoran uno al otro desde el principio. Luego van a una villa donde se atacan uno a otro con abandono, Jimenez trabajándose el agujero de Carrera con la lengua antes de arremeterle ese trozo de carne dentro. Pronto descubrimos que no están solos: resulta que el novio de Jimenez, el “daddy” mayor Daniel Rivero, ha estado observando y está preparado para unírseles. Rivero y Carrera se turnan dejando a Jimenez llenarles con su polla.